La Ciudad de México, una de las metrópolis más grandes y dinámicas del mundo, ha estado viviendo una verdadera “tormenta perfecta” en el mercado inmobiliario. Si alguna vez te has preguntado por qué los precios de la vivienda y la renta siguen subiendo, aquí te explicamos de manera sencilla y directa las razones detrás de este fenómeno, en un lenguaje que cualquiera puede entender.
Oferta, demanda y su impacto en los precios
Todo en la economía se mueve gracias a un principio simple: la oferta y la demanda. Imagina que tienes una tienda con 10 productos a la venta, pero solo 2 personas interesadas en comprarlos. En este caso, no tienes que bajar el precio, porque los compradores no tienen muchas opciones. Ahora, imagina que hay 100 personas queriendo comprar esos 10 productos. La competencia entre los compradores aumenta, y tú puedes subir el precio. Esto mismo sucede en el mercado inmobiliario.
En la Ciudad de México, la oferta de vivienda no ha crecido al mismo ritmo que la demanda. Es decir, hay muchísima gente buscando dónde vivir, pero no hay suficientes viviendas disponibles para satisfacer esa necesidad.
¿Qué está pasando en la CDMX?
Cada año, se generan más de 200,000 nuevas familias en la Ciudad de México, ya sea por el crecimiento natural de la población o porque muchas personas se mudan a la ciudad. Pero, aquí está el problema: cada año se construyen apenas 10,000 viviendas nuevas. Es decir, el número de viviendas nuevas es insuficiente para cubrir esa demanda.
Por si fuera poco, la vivienda que se está construyendo está dirigida en su mayoría a segmentos de alto poder adquisitivo, como viviendas residenciales y de lujo. Sin embargo, la mayoría de las familias que buscan un hogar en la ciudad necesitan viviendas económicas. Esta diferencia crea un enorme desajuste entre lo que se necesita y lo que se ofrece, lo que naturalmente dispara los precios.
El efecto en el mercado de renta
Ahora bien, el impacto de estos aumentos no se detiene en la compra de vivienda. Con los precios de las propiedades cada vez más altos, muchas personas que antes pensaban comprar ahora se ven obligadas a alquilar. Esto crea una competencia feroz en el mercado de renta, lo que también sube los precios de los alquileres. A medida que más personas se dirigen a rentar, la demanda crece, pero el número de propiedades disponibles sigue siendo limitado. Este desajuste está llevando los precios de la renta a niveles que no se veían antes, afectando especialmente a los residentes locales.
Gentrificación: ¿es realmente el problema?
En medio de todo esto, se habla mucho de gentrificación, un fenómeno donde las zonas se vuelven más atractivas para los inversionistas y aumentan de valor, pero al mismo tiempo, los precios suben, y los residentes originales no pueden seguir pagando.
El problema con la gentrificación en la Ciudad de México no es que sea mala por sí misma, sino que, en un contexto donde la mayoría de las personas no son dueñas de su vivienda, los beneficios de esta revalorización no les llegan. Si vives rentando en una zona que se está gentrificando, solo ves cómo los precios suben y tus costos aumentan, sin que tú saques ningún beneficio.
El aumento de los precios de la vivienda y renta en la Ciudad de México es el resultado de una desproporción entre la oferta y la demanda. Cada año, la ciudad ve una gran cantidad de nuevas familias, pero las viviendas disponibles no alcanzan para cubrir esa necesidad. Esto provoca que los precios de compra y renta suban constantemente.
Si bien la gentrificación es un fenómeno natural en muchas ciudades, su impacto en la CDMX es negativo debido a la baja propiedad de vivienda. Por lo tanto, las personas que rentan en zonas gentrificadas solo experimentan los aumentos de precio sin ver beneficios.
Aunque la solución a largo plazo pasa por un aumento real de la oferta de vivienda económica, herramientas como Monopolio pueden ayudarte a tomar decisiones más inteligentes, basadas en datos, y negociar precios justos, dentro del libre mercado. ¡Lo importante es estar informados y tomar decisiones con los ojos bien abiertos!